viernes, 26 de octubre de 2012

"Open Access", mentiras y cintas de vídeo

Estamos celebrando la semana del "Open Access" 22-28 Octubre 2012, y me  ha parecido oportuno escribir algo sobre el tema. Para a quien esto le suene a chino, tengo que decir que es el sexto año en el que se celebra, y que lo que "Open Access" defiende es el acceso abierto (y por tanto gratuito) a la información científica. Pero, bajo el paraguas del "Open Access", se entienden muchas cosas. Hay intereses para que sea confuso, y me parece buena la iniciativa de PLOS, SPARC y OASPA de elaborar una guía en la que estandarizar la terminología, para distinguir que existen un continuo entre un acceso más abierto y uno menos abierto. Una iniciativa denominada HowOpenIsIt?. Dentro de la acceso abierto hay que distinguir entre si se cobra o no por el acceso a los contenidos, si se permite la reutilización del contenido, cual es el tipo de copyright y a quién se le cede, que derechos tiene el autor para archivar el trabajo, si existe el archivado automático y si el manuscrito está abierto a la lectura automáticas por máquinas. Puede que no lo hubierais pensado antes; pero todos estos son aspectos que influyen en gran medida en la difusión de los conocimientos científicos, y en el fondo en la libertad de la ciencia.

Mentiras: Pero, no es "Open Access" todo lo que reluce. O, aunque sea "Open Access", no deja de haber lobos con piel de cordero. El modelo de "Pay to Publish" tiene sus riesgos, sobre todo cuando la promoción de los investigadores se basa en un modelo de número de publicaciones. Seguro que muchos habéis sido bombardeados por editoriales poco conocidas que se ofrecen a publicar tus artículos, o te ofrecen puestos en comités editoriales para revistas "Open Access". El que este modelo puede estar sujeto a fraudes se descubre cuando, empíricamente se demuestra que un manuscrito absurdo, generado por un ordenador, fue aceptado por una revista de Bentham Science, supuesto que los autores estuvieran dispuestos a pagar por los costes de publicación. Podéis leer la interesante historia completa aquí en el artículo "Nonsense for dollars". En honor a la verdad, hay que reconocer que otras revistas de Bentham si detectaron el fraude en el proceso de "peer-review", y que el editor de la revista implicada terminó dimitiendo.

Cintas de vídeo: No sólo del "Open Access" vive el científico. El sistema tradicional de publicación científica, y la evaluación de nuestro trabajo medido por el número de publicaciones y el impacto de las revistas en las que publicamos tiene muchos defectos. Se publica mucha basura con tal de hacer número. Podéis leer aquí otro post didáctico anterior sobre el tema en el que repaso la función del artículo científico y el papel de las empresas editoriales. Dos aspectos que me gustaría resaltar hoy es todavía la escasa penetración de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) en la difusión del conocimiento científico. El éxito de Wikipedia demuestra que son posibles sistemas de organización del conocimiento de manera cooperativa, anónima y desinteresada, generándose un producto que puede llegar a competir en el nivel de calidad con el de las mejores enciclopedias en papel. Todavía falta mucho para llegar a esto en ciencia (al menos en ecología), y algunos de mis colegas, en discusiones con un café o una cerveza en la mano, piensan que es imposible. Yo, sin embargo, pienso que sistemas como Stack Overflow  o Stack Exhange demuestran que es posible organizar la información científica de manera cooperativa con los TICs. Un ejemplo pueden ser las preguntas sobre R dónde se ve como un sistema de evaluación de preguntas y respuestas permite que los buenos recursos terminen saliendo a flote de un potencial mar de "basura" (especialmente si lo comparamos a un simple lista de discusión). Estos sistemas de Stack Exchange consisten en un sistema de discusión basado en el prestigio de los usuarios, donde tanto las preguntas que uno hacen como las respuestas que los usuarios dan son evaluadas, y los usuarios ganan prestigio con este sistema, si hacen buenas preguntas y dan buenas respuestas, en base a la evaluación de sus "peers". Hay un sistema muy productivo de discusión en SIG; pero no he encontrado todavía nada equivalente en ecología o en biología de la conservación. Otro, es que el sistema de evaluación por pares puede evolucionar y desprenderse de la tiranía de  la revista. Seguro que muchos estamos cansados de mandar artículos a revistas científicas para recibirlos de vuelta con una respuesta del editor del estilo "... el artículo no fue mandado a revisores y no dudamos de su calidad científica; pero se sale del scope de la revista...". Parece que hubiéramos mandado un artículo médico a una revista sobre taxonomía de insectos...; pero todos sabemos leer entre líneas que de lo que se trata es que el editor piensa que tu artículo es poco novedoso, no está dentro de las modas del campo y por lo tanto tendrá poco impacto, y afectará negativamente al impacto medio de la revista. Eso supone que el artículo pasara por 6-7 revistas, será revisado por 2-3 evaluadores en cada una de ellas y seguramente sea publicado al final, con pocas mejoras sobre el original tras un periodo de  1 ó 2 años, si no nos aburrimos. ¿Merece la pena esa perdida de tiempo, trabajo y dinero?.


 La iniciativa de Peerage of Science, de la que fui miembro fundador y de la que en algún momento escribiré un post más extenso, es una apuesta por desarrollar un sistema cooperativo de revisión por pares ("peer-review") en el campo de la ecología. Aquí los artículos son evaluados de forma anónima por pares, independientemente de las revistas, y a su vez las revisiones de los artículos también son evaluadas. De manera que los revisores ganan prestigio con su trabajo. Está en sus inicios, confiemos en que termine funcionando bien.

1 comentario:

  1. Coincido contigo en el interés por difundir los conocimientos científicos. Siempre me ha parecido que el mundo de la ciencia está demasiado alejado de la sociedad en general, y me parece fundamental crear puentes entre ambos. Echaré un vistazo a la iniciativa Peerage of Science, no había oído hablar de ella.
    Un saludo,
    Esperanza

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